Dakar por Chilecito

En la ciudad se instaló el Vivac del evento. Una gran arboleda en el acceso norte de la ciudad, hizo de tribuna para la nutrida concurrencia que se aglomeró a dar la bienvenida a los pilotos este 12 de enero de típico calor estival.

La llegada del colorido deporte ocurrió por el km 3875 de la RN40, que ingresa por el norte de la ciudad. Habían iniciado la competencia de ese día en Copiapó, Chile, tomando en Fiambalá los 200km del tramo de enlace que separa a éste de la ciudad riojana.

La salida fue al día siguiente, por uno de los tramos más espectaculares que une la mencionada ruta con Villa Unión. Atravesaron en enlace la Cuesta de Miranda, contrastando el colorado de sus montañas con los llamativos diseños de autos, cuadriciclos, motos y camiones que discurrían en enlace por cornisas pegadas al vacío.

La ansiedad que había provocado el paso de esta carrera, mantuvo atentos a los habitantes de este departamento, pudiéndose ver curiosos desde la madrugada en distintos puntos del trayecto.

Sin dudas, una puesta en escena deslumbrante, tanto para aficionados cuanto para simples entusiastas, donde coincide la tecnología de punta, una organización de ribetes grandilocuentes y una logística pocas veces vista en nuestros pueblos. Desde un par de días antes comenzaron a circular camiones, camionetas, helicópteros, que venían a cubrir desde la asistencia mecánica hasta la noticia para el mundo. Uno de los ribetes más particulares era ver en vivo y directo lo que el mundo veía por televisión.

Quedará pendiente el minucioso balance que exponga los beneficios o perjuicios económicos – sociales – culturales que aporta esta publicitada carrera.




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